la realidad - pensás- quiere vengarse del cine comercial/ sobre todo
de las películas de hospitales: entonces llena todo tu día de momentos muertos/ de largos planos sin sonido y mala iluminación
de todas maneras
-porque la quietud engendra monstruos -
te has convertido en un mirón/ un fisgón de lo estático/ de
eso que está deshaciéndose detrás de una cortina/ un observador minucioso de gente
que cierra los ojos y suspira en la cafetería del segundo piso