miércoles, 12 de febrero de 2014

Hospital II



la realidad - pensás- quiere vengarse del cine comercial/ sobre todo 
de las películas de hospitales: entonces llena todo tu día de momentos muertos/ de largos planos sin sonido y mala iluminación
de todas maneras
-porque la quietud engendra monstruos -
te has convertido en un mirón/ un fisgón de lo estático/ de
eso que está deshaciéndose detrás de una cortina/ un observador minucioso de gente
que cierra los ojos y suspira en la cafetería del segundo piso


Hospital

como quien acepta el agua en la sed
y la dispersión en el sueño
él  se deja llevar hasta el bar frente al hospital
donde mastica un sándwich y fuma
mirando una banderita que cuelga de la pared
Acaso contagiado por esa pobreza
pide un deseo:
que la perplejidad  -una vez- sea de inocencia
y el horror de fantasmas de trapos
de circo en penumbra